El parto de Inma en el Hospital San Pedro de Alcántara (Cáceres)

Estaba de 34+4 semanas, rompí aguas y me fui al hospital. Cuando llegué estaba de 7 cms con muchos dolores, pedí la epidural pero no me la pusieron, me dijeron que tenían que esperar el resultado de la PCR para ponerla y que viendo lo deprisa que iba no daría tiempo. Rápidamente me pusieron la vía y antibióticos porque no me habían hecho el exudado y me hicieron la dichosa PCR. Enseguida me entraron ganas de empujar, no sabía ni cómo hacerlo porque no había tenido preparación al parto por la pandemia.

Un bebé prematuro

Por suerte me fueron guiando y tras varios pujos buenos mi bebé nació y se lo llevaron a una mesa de al lado para ver cómo estaba todo. La verdad que el equipo de matrones fue muy respetuoso y amable, me decían que estaba bien, pesaba 2,190 kg, pero que al ser prematuro lo estaban viendo, que habíamos sido muy fuertes los dos y yo había tolerado muy bien el dolor.

Al rato me lo trajeron, lo cogí un minuto y se lo llevaron a neonatos, a mí me cosieron y no lo pude ver hasta el día siguiente porque me dijeron que había perdido más sangre de lo normal y no me convenía bajar, que descansara (nació a las 21:20). Los 3 días que estuve ingresada bajaba con el papá cada 3 horas pero él no podía entrar por el coronavirus. Me parecía muy injusto porque es su padre.

Entraba sola, me lo ponía al pecho para estimular y que fuera aprendiendo el agarre, después me sacaba el calostro para dárselo en una jeringuilla. Me dieron el alta, pero el bebé estuvo 14 días más en neonatos. Yo tenía anemia y muchos puntos y cada 3 horas tenía que ir del coche a neonatos, no quería quedarme dentro del hospital ente tomas por el virus, pero tampoco tenía mucho tiempo fuera entre ponerle al pecho y después sacarme la leche y desinfectar el sacaleches. 

Por fin nos fuimos a casa, mi bebé está muy bien, pesa casi 4 kilos, pero esta situación sigue siendo dura. La familia apenas puede verlo, nos quieren ayudar y no pueden porque nos dijeron que no lo tocará nadie salvo nosotros. Los amigos tampoco pueden verlo, porque nos dijeron que restringiéramos las visitas. Después de un embarazo confinada y un parto prematuro en el inicio de la segunda ola tenemos  muchas ganas de que todo esto pase y por fin podamos disfrutar todos del peque.

Inma